viernes, 25 de diciembre de 2015

EL NIÑO ENTRE LAS ROCAS (14)

EL NIÑO ENTRE LAS ROCAS (14)

¿Para qué nos mentimos?
Trato de obviar imágenes
Por la crudeza que imaginamos tapar
Con ese ¡feliz navidad!,
Pero me suena a un canto gastado
Disfrazado de vanidad.

No dañaré el júbilo y buena fe de nadie,
Taparé mis ojos y mis oídos.

¡Dios, Dios!, ¿en dónde estás ahora?
Caen y caen llamas que hieren
Y suenan cohetes que no son de mentiras.

Pasamos con tanta arrogancia
Que la vanidad destiñe mis lágrimas
Y ante tu roca fuerte que son miles,
Se resguarda mi esperanza.

¿En dónde estás que no te veo?
Son ojos que no ven, bocas que mienten,
Dicen amar pero se arman de corazas que roncan fiereza,
Y su corazón no existe, él se desarma a ratos,
Nos mira y dice: ¡pobrecito!, y pasan...

Nuestro corazón se despedaza
Brillan nuestros ojos, se reseca la garganta
Viendo a un azul lejano que toma nuestra alas
Y las cubre de luz en una mañana cualquiera.

¡Navidad!, y no cabe más gente en los almacenes,
No compran ropa, sino marcas,
No visten trajes sino ropa destrozada a propósito,
Pues ser pobre se volvió moda,
Y el perfume entre más costoso
Más nos hará elevar el rostro sobre Jesús,
Quien permanece crucificado.

¡Feliz navidad!, pero Señor mío,
¿Cuándo en verdad el mundo atrapará tu mensaje?

¡Amor!, ¡amor!, que llueva amor sobre sus almas
Y de sus oscuridades brille más de una estrella
Para que mis ojos puedan hallarte
Y mi garganta calmar ésta sed de siempre.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 25/15




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