¿QUIÉN ES
EL DIABLO? [35]
Su mirada penetró mis huesos,
quería comerse mi alma /eso pidieron.
Sonreía porque tus dedos
eran más que perniciosa mueca.
Hombre con hombre, mujer con
mujer,
¡jajajajaja!, ¡cuánta malicia!
Se corrompe todo, y a todo señalamos,
¿pero amar es pecado?
Decimos negro, plateado, amarillo.
Mostramos con el dedo índice el
pecado ajeno
¿acaso hemos mirado nuestras
miserias?
¡Quién descubriera tu pecado!
¡Lanzas rocas, tu lengua es una
espada!,
¡Ay cuánto me han herido!,
hasta que agonizo…
¿Recordarás luego?
¿Quién es demonio aquí?
No son los cachos que me adornan sin
ser puta,
es que por ser buenas también nos
condenamos
y por pendejas nos jodimos.
Ahí estaba, ¿lo ven?
Está viendo fijamente a tus
ojos,
/¿A los míos dices?, ¡qué agravio!
Si te ajustas el rosario en tu lengua
seguro que María te creería,
pero tu lengua pecó más que tu carne,
y por ésta vaina, ¡ni el diablo se
salva!,
porque la condenación viene de la
boca.
¿Te das cuenta que tú mismo fuiste
diablo?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 20/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario