MISIA ECLAMPSIA [86]
Misia Eclampsia se jodió mucho en la vida para sacar adelante a sus
hijos, hasta perrera tuvo, limpie y limpie, sacude y sacude, nadie ayudaba a
nada, todo era con mucho ruego, ¡por favor esto, por favor aquello!, como si no
perteneciéramos a la misma manada, y así se fueron creciendo, a los lamparazos
del pae y a las volteadas de jeta no sé para donde, se volvieron mujeres y
hombres, pero recuerdo que la vieja era muy consejera, ¡claro!, todo padre
olvida las que hizo en su juventud, y entonces a veces se pasan en severidad
con sus hijos.
Cierto día, una de las hijas de Misia Eclampsia llegó al otro día, con
cara de yo no fui, armando cipote de escándalo en la puerta, ¡qué pena Dios
mío!, decía la pobre vieja mientras corría escapulario en mano pidiendo a la
virgen del Socorro que la ayudara a pasar tan mal momento, y si mal no
recuerdo, de un momento a otro agarró el fuete o correa de cuero, y con mucha
rabia le peló el culo a la muchacha, hasta que se cansó. En una de esas, uno de
los correazos le cayó al viejo que rezongaba pero no se metía para nada, y
entonces la vieja como leona le dice: ¡usted no se meta, sino para usted también
hay!, y el viejo sólo dijo: ¡atrévase y verá!
¡Hijuepuerca!, ¡desde hace rato debí hacerlo!, ¡bien me lo decía mi mama
que el mejor psicólogo para los hijos era la correa, que por alcahuete era que
me pasaban por la faja y hacían lo que les daba en gana.
La muchachita le gritaba a la pobre vieja: ¿qué, es que me cree
prepago?, ¡llego a la hora que me dé la gana, idiota!, y aquí la pobre
vieja Eclampsia le dio un cascarazo por la jeta para que respetara, recuerdo
que se sobaba la mano porque tenía una joda que da cuando toman mucha droga,
pero hasta el día de hoy, creo que la cueriza le sirvió a la muchacha porque
los otros muérganos cogieron juicio también.
¡Él me respeta!, ¡él es un hombre bueno!
¡Cállese le decía la vieja Eclampsia, él puede ser muy decente, pero lo
que lleva en medio de las piernas es un atrevido que no respeta cuando está
firmes!, ¡eche pa dentro o la reviento!
¡¡jajajajajaja!!, escuché la risa de la vieja Eclampsia que a pesar de
todo no ha sido tan mala mae...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 1/15
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