domingo, 12 de julio de 2015

VÓMITO DE GATO[1] [69]

VÓMITO DE GATO [1] [69]

Alguien se burlaba de un poeta, la razón era porque a él no le salía ni una sola letra que no fuera para ofender, y ahora mismo se declaró una guerra, ¿quién ganará?, en busca de aguas negras defecarán sobre los mismos de siempre, y el poderoso se cree grande, jajajaja!, ¡vómito de gato!, decía El diablo, más el diablo murió como un pollo, atravesado por mil lanzas, y el fuego de sus entrañas lidió con la tierra al fin, en donde blanqueó los ojos y descansó de su mísera existencia...

“El diablo es puerco” ,¿será que tengo algo diabólico?, a veces me asusto de mí...

Me aterro de la mirada sucia que tengo, cuando deseo devorar la carne, comerme la piel a trocitos, de a besos, a mordiscos, y enrollar la serpiente del deseo en mi cuello, que atraviese los senderos de mi boca, pero es una mentira, ¡me asquea!, sólo bebería de tu boca miel dulzona, limpios los dientes, con un poco de bebida agria, de guarapo, borrachos, asquerosos amándonos, sudándonos, jadeando como perros, pegados y abrazados de la inconsciencia.

Tomar de la fiereza que dices tener en medio de las piernas, tú hombría, ¡ey!, ¿en dónde está tu hombría?, si me das una flor, tal vez lo comprenda, pero si me azotas con tu lengua, que sea en mis tetas caídas, en mi culo cansado de pelear la guerra de la vida, en medio de letras mínimas que nadie lee.

¡Jajajaja! ¡qué zurronado de mierda la vida!, ¿por qué insulto la existencia?, ¡es porque no he vivido!, pero también es una mentira, vivo ahora que se mueven mis dedos, que hago llorar un poco la lluvia en mis ojos, y me contento con un beso, y una orgía declamada en letras, en medio de guturales sonidos de pedos asquerosos, que inundan mi bonita alcoba de flores extrañas, de ruidos que no tienen clemencia de mi dulzura y delicadeza, por eso escribo ahora poesía transgresora, ¡qué me importa un culo lo que digan!, ¿será que me vuelvo pendeja también?, ¡jajajaja! qué sacudan sus bolas asquerosas ante mí, ni ganas me dan, ¿será que me estoy volviendo hombre?, o será qué al fin comprendí que la vida es una lágrima descolgada de una hoja, que se va cantando, que humedece la tierra y se evapora, en tanto la brisa construye una historia de amor, cuando los álamos están en flor, y mi vida, ya no sea la silla vieja que aguarda  mis esencias con olor a poesía.

¡Válgame Dios, qué porquería!, pero me dicen poeta, y me cansé de contar historias dulces, por eso me vomito en la inmundicia de los grandes, ¡para que respeten a las hembras!, ¿de qué guerra hablan las águilas?,¡leones!, eso son, de dos patas, con sus colmillos de acero queriendo devorar al mundo, pero el mundo se los llevará mucho antes de que su puta estatua de la tan llamada libertad haya caído con una leve brisa que se anuncia desde el norte.

¡Vómito de gato!, no era yo, claro, porque el viejo que me lo gritaba está riendo a carcajadas bajo tierra, ¡bien muerto está!, pero como tengo algo de diablo:

¡Qué Dios lo bendiga!


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 10/15

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