INCOHERENCIAS
DE DOÑA PACHA [66]
Dormí
un instante, ¿o estaba muerta?, de cansancio, ¡sí señores!, me quejo un
poquito ¡ay!, hasta el hígado está revuelto!, ese tamoxifeno me volvió los huesos de harina y
ahora cuando preparo la comida y tengo que picar cosas, se duermen los dedos,
hasta los de los pies, y no tengo ganas entonces de preparar nada, aunque para
la cocina sea una experta, en mi corta muerte estaba de nuevo en esa vieja
casona, no sé de qué siglo es, pero es toda en roca, fundada sobre una planicie,
había muchas aves y árboles; recuerdo su
traje de hoy, un azul pálido, estaba descalza y tenía esa misma sonrisa, que a
través del tiempo, trasladó a mis genes y a los de todos los de sus hijos.
¿Seré
mi propia madre?, ¡no soy tan buena para serlo!, pero me gustaría, porque
confío plenamente en mí, jamás dañaría a otro, ni me burlaría de quien no
conozco, además me gusta lo mismo que a ella, las aves, las cascadas, el
silencio, la paz y bueno, también oler las flores y ver al cielo cada día y
cada noche.
¡Doña
Pachita!, ¿tiene huevos?, y ésta pregunta me hizo llevar mis manos a la nevera
de mi era cuaternaria, dividida en dos, y sostenida por dos rocas: ¡huevos
tiene su abuela!, ¡vaya y cómprele a ella!, y entonces salió mi madre y dijo: hija
mía, tengo huevos de brontosaurio, dale uno para que alimente a esa jauría de
chuecos hambrientos que tiene la comae, y así fue, cargamos el huevo en un
carro solar y nos cagamos de la risa con mi comae...
¡Es
que doña Pachita tiene vaina!, ¿ah?, ¿ahora también eso?, ¡vaina y más!, ¡quien
se meta conmigo se jode porque para devolver azotes, tengo a su apá!
Entonces
me dice mi comae Dora: en la casa de la esquina espantan, -¿en la de la mona?,
-¡sí en esa!, -comae sí que es chismosa, si donde espantan es en la mía, ¿ahora
también se quieren robar mis propios espantos?
Y
continuó la visita, me gusta que ella venga a mi casa, últimamente me he vuelto
mala persona, pero cuando me gane una gran lotería que pienso ganarme un día de
estos, imagino que vendrán hasta de Perendengue y reirán por todas mis huevonadas,
ya no dirán entre dientes: la vieja Pacha sí habla cagá, ¿tenemos que
aguantarla?, y así no más una buena patada en el trasero, me empujará hacia
adelante, como dijo un gran pensador el viejo de las uñas llenas de hongos y
las patas de atleta: “hay que patear el culo al burro pa que coja juicio”, y
“la burra aunque cojee es buena pa la carga”, jajajaja! con éstos pensamientos
me ganaré el venado de oro, y salió como una vaca de mi portal lanzando la
puerta sin mirar atrás.
En
esto y aquello pasó el día, hoy fabriqué varias materas con tarros plásticos
porque no inundaré de basura el planeta, es una bonita idea, y ya tengo varias
plantas ahí, se está poniendo bonito mi patio, mientras esté despierta, seguiré
soñando, porque cuando esté dormida, mis sueños serán polvo de estrellas que no
servirán a nadie de nada.
-¡Hasta
luego comae!...
-Chao
comadrita, ¡pórtese como una perra pa que la consientan!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 6/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario