domingo, 19 de julio de 2015

EL ESPEJO Y YO [33]


Gian coqueta 

EL ESPEJO Y YO [33]

¿Será que el espejo refleja mi sombra?
Deseo ver cuán grande soy,
entonces me adivino  una y otra vez,
adivino un cristal y otro para multiplicarme,
pero siempre soy la misma pequeña
que solo con la luz del sol se agranda.

Dame tu secreto, espejo:
¿eres dueño de mi sombra,
o eres luz en un lago invisible
para que pueda verme?

No hay respuesta, 
pero grita su silencio,
mi sombra será reflejada ante mis ojos
cuando él se ponga de frente,
y esté detrás de mí
hasta que la nube gris
quiera opacar su poder.

Heridas tenía el espejo,
parecían ocres hojas del camino
y  ni siquiera mis pupilas se reflejaban
pues su alma es un sino cristalino.

Dime espejo:
¿puedes cambiar éste rostro por uno más fino?
¿devolverías como a las flores,
lozanía en otro nacimiento?
¿desarrugarías éste libro viejo y cansado?

Una media sonrisa me devolvió el espejo,
con una respuesta en mi boca:
¡serás lo que desees, volarás si quieres,
si algún día dejas de mirarte en un espejo
y buscas dentro de tu propio lago
a ese ser que por siempre te acompaña!

¡No comprendo nada!
¿Qué me has dicho?

El espejo nada respondió,
una lágrima parecía descolgarse
y luego, 
desapareció...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 19/15

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