AZULES
AÑORANZAS [78]
Aquí
estuve, entre azules aguas,
ladeando
la barca mis sueños
entre
mi pequeñez y tu magia.
Una
gaviota en medio del mundo
perseguía
afanosa mi ventana,
que
se abrió de par en par,
como
sus alas.
Esperé
a la libélula de ojos claros,
busqué
en la profundidad del océano tu luz,
silencio
fue todo, tu voz me perseguía
como
un suspiro fuerte sobre mi rostro.
Caminos
y caminos de la vida,
añoranza
de ojos tuyos,
agua
marinos pensamientos
me
alejaron de tu amor,
como
la luz a los cocuyos.
Y
estuviste ahí, apresado en mí
como
una cadena que nos oxidaba,
prisión
eterna donde eres lo más amado,
y
sin verte te hallé,
sin
tocarte te vi dando hálito a unas alas
que
descansaban sobre las olas
sin
pensar en nada.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 9/15
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