TUS
FLORES [25]
Vi
tus flores, las adiviné como pareja pariéndole a la tierra semillas, y ahora,
se crecieron, se volverán pájaros y se confundirán con mis besos en la brisa.
¿Tienen
aroma tus flores blancas?, parece que al tocarlas volarán, se alejarán por
valles y praderas con un cuerpo de espada mínima, que penetrará en la tierra
cuando al fin caída, la lluvia del cielo las tranquilice, y moje sus trajes
blancos de hadas que nacieron para ser mujer.
Escribo
aquí para los dos, mientras sigo viendo tu jardín, y ruego, porque mañana sea,
pero si no, es porque un enredo favorable a nuestra vida, atoró a una paloma en
su alar, para que la abrazaras otro rato, para que me arrullaras un tanto,
ahora que tengo ansiedad por volar y hallarte, confundido con los perfumes
caros de tu alameda bendecida.
Sigo
viendo tus flores, cerca de un árbol que resucita, no está muerto, se vuelve
abono y da vida, ahí se ajustan las espadas con sus trajes de bailarinas de
ballet, ahí se enredan pájaros, se arrullan escarabajos azules y llevan
trocitos de amor las pequeñas hormigas arrieras, nunca cansadas, siempre amadas
y como la tierra, enrojecidas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 14/15
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