DON
ESCROTO [6]
Don
Escroto asomó con disimulado afán, viendo que había mucho por hacer, revisó su
billetera, contó, recontó, y sin más, se desvaneció.
Muy
mañoso, buscó otro sendero para caminar, despacio, sin prisas ¿qué afán tenía?,
había agotado todo lo que su bolsa izquierda cargaba y emparejó con el vacío de
su bolsa derecha, ¿sería de piel de chivo?, se curtió bien al sol, tanto, que
aquéllas viejas rayitas, habían desaparecido como por arte del tiempo, que
bendice nuestro rostro siempre con una enorme sonrisa.
Recuerdo
que aguanté mucho desaire, atrás siempre como perrito, ¡guau!, ¡guau!, pero Don
Escroto era más dominante, ¿qué tal que lo vieran caminando con semejante
espantajo?, para eso tenía a su Dulcinea que guardaba sus fotografías de cuando
Don Escroto era fuerte y bien encogido, bien justo y a la medida de unas manos
avarientas.
Ahora,
después de muchos años aparece... "compra uno de última tecnología",
dijo y bien visto, pensé: para Don Escroto iniciaron a mejorar las cosas, pero,
¿tendrá con qué responder a semejante pavita?, ¡mmmm!, me consta que regular es
el andar del pato aunque su tripa se arrastre por terrenos pedregosos.
Eres
mi tesoro más divino, mujer hermosa y talentosa, rostro de ángel, ¿cuál sería
la razón por la que Diosito nos separó?, y en éstas recordé su propuesta de
matrimonio en un parque con muchos limoncitos, no faltó el ácido, fue lo
principal de todo, intenté azúcar muchas veces, pero decidí cantar como gallo y
ahí fue mi perdición.
Don
Escroto va de lado a lado, en sus carreras parece globo lleno de agua, pero el
disparo de un fusil que ha sido tan envainado en el camino, siempre tira es a
las rodillas.
¡Bendita
pared en blanco!,
¡a
veces me haces sonreír!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 29/15
Barranquilla, abril 29/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario