EL
RELOJERO Y YO 2 [2]
Tengo
mi cuota de felicidad, pues he logrado hacer las cosas sin tener que doblar el
cuello a quienes se creen sabiondos, y a quienes siempre me han visto por
debajo del hombro, tan simple como encender y apagar mi pc, aquí no hay cárcel,
podemos ser felices con lo más simple.
A
veces cuando veo a las aves prisioneras y las escucho cantar, no sé si lo hacen
por costumbre, pero siempre miran a través de los pequeños barrotes que las
separan de su libertad, me veo ahí en mi propia prisión, y creo también
que nos acostumbramos, y esa costumbre no castiga, porque llega la soledad que
nos permite hacer lo que amamos, en mi caso, escribir.
Soy feliz porque no vivo la felicidad
de otros sino la propia, cada ser deber lograr su propia manera de serlo, y si
puede, transmitir sus pequeños sueños a los demás.
No soy
águila ni soy gorrión, pero soy madre, con la única riqueza del amor para mis
hijos, y puedo ser feliz ahora que no hay peleas, el dinero no es ahora mi
opción, ni la libertad, pues siempre seremos prisioneros de algo, mi opción es
el amor, y por él se vale el desapego a lo mundano.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 2/15
© 10-498-459
Barranquilla, febrero 2/15
© 10-498-459
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