¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Porque mejores son tus amores que el vino.
Salomón
A MI AMADO [5]
¡Oh
amado mío!, mi buey cebado:
¡Cuánto diera por estar en la neblina de tus
días!
Ser parte del río congelado y de las aves
escondidas
Que anhelan el beso del sol al mediodía...
Más
estoy aquí como mujer abandonada,
Me
perfumo y me visto de sedas para él
Pero
me mira con desdén,
Más
tú nunca desechas de mí ni mis ansias,
Ni
los poemas que desde el amanecer te declamo.
Un
espíritu de amor pasa por aquí.
Alivio
es la palabra de un pastor
Y
las ovejas negras le persiguen,
Más
un aroma a bosque fresco llama
Y
otra vez la neblina…
¿Quién
eres para desvelarme tanto?
Alguien
envió un alivio a mi pesar,
Rosa
vieja sin tocar,
En
tanto los días pasan y pasan;
Blanca
la cabellera en la montaña
Lánguida
mirada…
¡Y
Esperanza acongojada!
Amor
de mis amores
Sé
que has sido tú,
La
obra de tus manos me bendice
Como
éste dulce amor.
Intocable
eres, invisible…
Me
has regalado un cervatillo nuevo
Ríen
mis relojes por un año lleno de magia,
Aletean
las palomas en mi alar
Y
mi corazón se conmueve
Al
ver a mi amor pasar.
Aquí
estoy…
Oveja
tuya pastando en tu trigal
Tú
mi amor más grande,
Y
Él la luz del sol
Que
dirige mi andar.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 5/15
© 10-498-459
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