domingo, 22 de febrero de 2015

RECUERDOS [22]

RECUERDOS [22]

Un vago recuerdo, mientras paseaba del brazo con mi amado novio, pero eso fue en el siglo pasado, un tipo grotesco de esos que te echan piropos, y como no le haces caso se burlan de ti en público, y ese día vino a la memoria por aquello de la viejita que engañó al joven apuesto de cualquier país.

Tan feliz con mi amor, no cambiaba el cielo ni las estrellas cuando estaba con él, era como si todo lo que anhelara estuviera en su mirada, bonito, simpático, arrogante como un potro salvaje en la espesura, pero bien amado, tal vez es de esos amores que nunca volverán, porque se fueron detrás de las cometas luminosas del tener, y me dejó temblando, en medio de la oscuridad, con un solo grito: ¿¡por qué!?...

Había muchos borrachos, era el negocio de un hermano, historia larga de travesías y caminos, de sinsabores y alegrías, siempre lleno de gente, mucho dinero corría a manos llenas, se iniciaba el paramilitarismo en Colombia, muertos a granel, amigos pálidos como la mala suerte en volquetas, extendidos en la pradera de una indiferencia que lleva más de 30 años, donde se pusieron los niños en la boca del fusil, y las madres se condenaron a una eterna tristeza.

¡Claro que sí amigos míos!, se vale dejar recuerdos de pequeñas cosas que están ahí como cicatrices, ¡mira que ni el tiempo las borró!, y mi lindo amor de ojos negros, paseando en el corazón como un dulce recuerdo.

¡Hola marica!, mi amor levantó su mano, siempre jovial con todo el mundo, y el tipo vomita ésta frase: ¡¡¡Qué hace con esa gallina vieja?!!, ¡búsquese una más joven!... ¿qué recuerdo?... tristeza, era el tipo de los piropos groseros, amigo de mis amigos, vomitando de su pobreza, mi amor sólo me apretó más, y dijo: ¡Hifueputa cabrón, no le vuelvo a hablar en la vida!...

¿Qué sentí?... de sus amigos nadie rió, todos me conocían, alguien le dijo: ¡Oiga cabrón respete!, ¡qué hifueputas le pasa!, ¿por qué carajos le dice eso a nuestra amiga?...

Más continuamos, la gallina vieja tenía 20 años, pero cuando tenemos el corazón lleno de odio, dañamos hasta a la flor más pequeña, no dije nada, pero sí sentí mucha tristeza, ha pasado el tiempo y el recuerdo llegó...

Más del tipo gordo y grosero, hermano de unas amigas a donde alguna vez me vendieron el almuerzo, claro que no es Felisa, ojo, porque ella fue mi madre adoptiva, ni tampoco Marina, de ella sólo que sus hijos me veían bañar desde el tejado, ni siquiera eso podía hacer tranquila, una dama a carta cabal, sino casi llegando a la esquina, uno de sus hijos, y me contaron hace años que lo habían matado, tal vez en uno de esos momentos de mala energía, donde  alguien respondió como era costumbre en la época, con una bala en la frente, Q.E.P.D, claro.

La gallina vieja, o sea yo, aún cacarea, puso 3 huevitos y tiene alientos para más y más, tal vez huevos de 2 yemas jajajaja! eso decía mi madre, que las gallinas cuando están terminando postura, ponen huevos de dos yemas...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 8/15
®

10-491-97

No hay comentarios:

Publicar un comentario