HAY CAMINOS [70]
Hay
caminos rocosos, pero la belleza que nos parece muerta, es tan solo el silencio
de un invierno, arropado con la lluvia adormecida, cual pálido traje de novia
que borrará el sol con un beso...
Hay
senderos que parecen acertijos, para que todo no sea llano, en línea recta
solemos fabricar curvas, y ellas se hicieron para que aprendamos a caminar en
sitios escarpados.
¡Hay
caminos tan enredados!, no comprendemos el por qué unos buenos y otros malos,
ni la razón por la que unos sufren más que otros, son esos los senderos donde
pasta el cordero, y el león se entretiene afilando sus garras.
Hay
caminos tan dulces para caminar, arroyos mansos, cascadas que bailan al caer,
rocas inmensas que parecieran colgadas de un hilo invisible que no les permite
desprenderse, y otras tan pequeñas, que ante un suspiro, inician el baile de su
vida para adornar otros caminos y permanecer en otros senderos.
Hay
caminos que conducen al precipicio, pero no hay temor, porque bajo él un lago
espera con sus brazos abiertos, o un filo de montaña aguardará nuestro vuelo para tocarnos el
alma.
Hay
caminos de caminos, ¿hacia dónde voy ahora?... sortearé los espinos y buscaré
sus flores, iniciaré a caminar hasta tu aroma.
Hay
caminos… ¿me dirás cuál es el camino que conduce a tu corazón?... estoy cansada
de enredarme, más deseo continuar caminando, la luna me guiará en las noches y
para el día tengo el sol.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 16/15
10-491-97
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