HABÍA UN
LAGO [69]
¡Qué bello!, había un lago, una sábana imaginaria
como blancos cabellos de anciana... había una estrella en el norte pero tú no
estabas...
Había una silla roja en la puerta, en una
esquina, viendo por la ventana, en el balcón de una solitaria casa…
Había una enredadera arropando un árbol viejo,
su comején sirvió de nido a los escorpiones, y a un lado del camino un
carpintero se antojó, y un sonido golpe a golpe, otros picos cobijó.
Había un lago claro y transparente, flor de loto buscó sus aguas,
Más triste se tornan sus pétalos, ya que el
lago oscuro la esperaba.
Había un zorzal tejiendo un nido, ¡amor mío!,
¿estás ahí?
Que tus alas tengan el amarillo tono del sol
Y tus ojos el canela de mis bosques.
¡Qué bello!, lo sabía…
Había un algo en el ambiente
Ese frío colado en mi garganta
Pasó ante mis ojos, pero al tocar mi espalda
¡Lo sabía!, ¡aquí estabas!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 16/15
© 10-491-97
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