GIAN [36]
Sus ojos son almendras de miel
Alfajor adornado de pequitas café
Saluda en un ronroneo lleno de amor
¡Si pudiera hablar!, más sus ojos se cierran:
¡Te quiero!, te quiero... pareciera decir
Y los míos repiten su lección en silencio.
Gian era un desperdicio en un arroyo
¿Por qué atentamos con la creación?
¿Quién puede matar la vida?
¿Qué somos acaso en éste planeta?
Más de nuevo la observo
Un pesar cortar la vena de la vida
Nunca podrá ser madre,
Más mi gata consentida
En un paseo de niña enamorada
Va y viene, mira pasar las aves en un juego
Y pasa su rabo por mis ojos
Para que tan solo a ella vea.
¡Ven acá mi gatica!
Mi pedacito de Dios en cada esquina
Asómate que bajaré la mirada como tú,
Cerraré los ojos en un parpadeo
Para hablar contigo y anunciarte
Que también te quiero.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 10/15
10-491-97
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