lunes, 8 de diciembre de 2014

CÓNDORES/Antología México

CÓNDORES/Antología México
Quemaron sus alas
Antes de que les crecieran…
Secaron la pradera con venenosa pasión
Aunque hubo ríos de sangre
Ni un grito contuvo sus rabias.

Como leones hambrientos
Segaron el trigo verde
Y vomitaron su ambición,
Sus inmundicias sobre los indefensos.

¡Escuchen!, hay un llanto que los atormentará
¡No lo hagas!, ¡por favor noooo!/se les advirtió.

Pero ni Dios los hizo doblar el cuello,
Y los pequeños aguiluchos
Volaron  hacia la inmensidad
Con sus alas prendidas en terciopelos rojos
Que parecían damas desnudas
Danzando entre tormentosos dolores.

¿Hemos olvidado?, el dolor nos acostumbra
Cada día un horror diferente,
Nada brotaba porque hay rabia contenida
Imaginando a mis pichones asustados
Componiendo elegías agónicas,
Como si sus cuerpos fueran leña seca
Donde prendieron fuego
A sus propias almas malhechoras,
Creyendo que matarían a quienes continúan vivos.

La vileza asomó
¿Cómo puedo compararlos a una hiena?
¡Pobres de mis angelitos!
Estos seres no tenían nada en el corazón
Eran demonios desatados en la montaña,
Riendo a carcajadas, bebidos, ebrios de maldad.

Pero se fueron…  43 y  más…
Creo que son águilas pidiendo justicia.
Se pasean por el inmenso azul
Y sus ojos dorados divisan el negro de sus huesos
El oscuro de sus púrpuras esperanzas.

Ríos salobres en los ojos de sus madres
Sus amigos resentidos, impotentes,
 Ansiando llegue el caballo blanco
Que arribará  como justiciero
Castigando al impío con arpas divinas,
Pues  tomaron lo que es del Rey
Y se alejaron riendo,
Siendo hijos de  Lucifer  con las manos llenas
Brindando  con una carcajada infernal
Por la obra concebida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 7/14

Antología Alfred Asís. 

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