domingo, 9 de noviembre de 2014

UN CARDO TAN SOLO

UN CARDO TAN SOLO
Imaginé que serías como para la anaconda el río
El ensueño mágico de días llenos de lluvia y sol en tu compañía
¡Qué tonta!, y todavía, con lunas de plata en mi cabeza
Con todas las sendas marcadas en mis ojos
¿En ti pensando todavía?
Como un riachuelo de agua dulce
¡Eso pensé!, ¡bah!, pobre idiota
Como si todas las novelas tuviesen lindo fin
Si cuando inician se presiente la derrota.
Creí que serías el bosque suave en mis madrugadas
¿Qué madrugada me has amado?
No tengo memoria, o la memoria huyó despavorida
En medio de piernas flacas que tenían chillidos de lobas
Y tetas largas cuando al fin se quitaban el traje que tanto te inducía.
¿Qué luna llena hemos visto los dos?
Tan solo me llenaste a mí de lunas,
Por eso sí, ¡bendito el día!
¿Pero, y el resto?...
Ya suenan 25 campanadas...¡qué lúgubres a veces!
Vivo espantada de mi soledad y de mi aguante
Parezco roca que se consume en el vacío de un volcán...
¿Y aún así te pienso?, ¿será mi tonta ingenuidad?
¿Cómo se puede amar a lo que hiere y lastima?
¡Pero amo!, siempre amé con perversidad los cactus
Ha de ser que se parecen a mí...
Entre más espinas, más flores
Entre más ardiente el sol, ¡más fortaleza!
Y acudo a mi sensatez... ¿en verdad me quieres?
O es tan solo la costumbre de ver que me consumo,
Si te gusta verme triste y agobiada en día lunes o sábado
¿Acaso importa?, libre a tu albedrío amante soñador de todas
¿Pero acaso posees el amor de alguna?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 8/14

No hay comentarios:

Publicar un comentario