LA VOZ DEL RATÓN/Lidia
Érase una vez un roedor con rostro de ángel,
que merodeaba por la alacena de Lidia con sus ojos brillantes,
y su pequeño corazón latiendo aprisa:
-¿Qué te asusta mi pequeño bribón?,
sólo desprecios hay para ti,
¡Porque eres una rata inmunda!
¡Aléjate de mí vista bicho raro!
¡Una trampa colocaré para que caigas
atraído por mis dulces y blancos bocados!
¿Quién te creó, no fue acaso el mismo que me fabricó a mí?
¡¡Siiiiiiii!!, chilló el ratón,
pero ahora tengo el corazón de lata y el alma asustadiza,
le diré al Señor, que para la próxima cambie mi disfraz
que me convierta en lechuza,
pero entonces, sería mi propio cazador en otra figura,
¡no entiendo!, qué rara es la vida, y la condición de cada ser,
a mí, me odian por ser lo que soy,
a otros porque aparentan lo que no son,
y a los que son, nadie los identifica.
¿Rata o ratón?, ¡Santo Dios!,
qué triste ser como yo.
¿Qué ser me colocó tal nombre,
que me transformaron en político y depredador?,
Puedo ser presidente, pastor de iglesia o un iluminado señor,
¿pero rata me has llamado hoy?, ¡no señora!, me quedo de ratón!
Aunque no sea yo, quien tenga el corazón de latón.
¿Tienes algo guardado para mí?
Ese algo especial y único que necesito,
me quiero dar un festín
hasta ponerme con tu amor ahíto
y cambiar mi pálida condición.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 1/14
Imagen: Internet

y todos tenemos que abandonar éste sitio, sin algún privilegio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario