¿Y EL ERMITAÑO?
Va y viene con su caparazón a cuestas
Tiene una casa prestada muy fresca
Sobre la caliente arena cualquier día
Fue hallada y bendecida.
Guarda la voz del mar en su interior
Techos para protegerlo del sol
Como una joya su interior
Un espejo que limó el amor.
¿Qué haces ahora?
Nada responde, tiene miedo
Por eso da un paso adelante y dos atrás
Sabe que la marea sube y baja
Y con cualquier roca se puede golpear.
Se oculta de las tempestades
Bajo tierra labra sueños y quimeras
Ante la luz que raya un día
Se entretiene, como el vaivén
De las olas en la playa.
Conozco al ermitaño, es amigo mío
Llora aguamarinos pensamientos
Una ostra se abre para su contento
Y en su corazón se guarda como una joya.
Parece un gladiador
Pero con una sonrisa lo atrapamos
¡Corre!, mira que es más veloz el ermitaño
Cuando presiente ese algo incomprensible
Abandona su casa prestada,
Para buscar otra abandonada
Que guarde su frágil vida
Hasta que cambie la marea
Y el azul del mar le reclame.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/14
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