ALGO EN TI
Hay algo en ti que no tienen los demás, y te
diré qué es... que nunca irrespetas a nadie, si vieras mi bandeja de entrada te
darías cuenta que más de un caballero es sólo un patán, pero tú eres un señor y
por eso te quiero, sabes callar y escuchar y dices lo que tienes que decir de
una manera bonita... cuando leo tus cosas me siento bien tratada, como una
flor, y aunque soy irreverente que es parte de mi manera de ser porque soy rebelde
un poco, he sido muy maltratada y es mi cascarón de protección de ermitaño,
pero realmente soy débil, melancólica, me deprimo mucho, soy demasiado
sensible, y cuando más río es porque realmente estoy llorando. Es otro secreto
entre los dos. Mi lindo amor, un caballero a quien amo. ¿Soy muy cansona?,
bueno al menos te entretengo ¿no te parece?
Hay algo en ti que invita a la reflexión, ¿será
que tiene un amante?, ¿será algún poeta?, en la virtualidad se puede todo, las
mentes oscuras se inventan cada historia, y mi pared me permite llenarla con
las mías, que adivinen si es verdad o mentira me da igual, aquí nadie trae un
trozo de pan a mi mesa, todo me llega por obra y gracia del espíritu santo.
Pero en serio… hay algo en ti, ¿serán tus
negros ojos?, deben ser tus manos que tallan imágenes en medio de un fuego rojo
y encendido, como debe ser el amor.
Tienes rostro de campesino curtido, de pintor
que dibuja en el estero las más preciosas flores, y como por arte de magia las
desaparece para crear otras parecidas, pero nunca iguales.
Te pareces a mi padre, me aconsejas, me dices
por dónde caminar sin que mis pies tropiecen, ni mi corazón se enrede, me dejas
amarte sin negación y nunca me dirás nada malo, ese algo en ti es lo que me
mantiene despierta, pocos son así, aunque demuestran que son los mejores, aseguraría
que eres único, y entre mil estrellas me daría cuenta del brillo de tus ojos,
no hay error cuando pienso en ti, eres entre las luces de un nuevo día, la más bonita
y clara, que penetra a lo más triste de mi corazón y le coloca campanitas de
navidad.
Hay algo en ti que me haría cruzar enormes
distancias, cierro los ojos y estás conmigo, los abro y me doy cuenta que un
rayo es menos veloz, que éste amor que nos encontró soñando.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/14
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