jueves, 6 de noviembre de 2014

VIENDO AL MAR



Asómate a mi alma
En momentos de calma,
Y tu imagen verás, sueño divino,
Temblar allí como en el fondo oscuro
De un lago cristalino.

José Asunción Silva
Mi madre. Imagen recuperada Rodolfo Useche

VIENDO AL MAR
Acércate a la orilla del mar
Sin confundirte jamás
En el amarillo del sol me verás
Atrapada bailando con sus olas
Sin deshacerme jamás.

Mira hacia la nube pasajera
Entre más te alejas, más cerca
Como si al recitar un verso regresaras
Y al llorar de nuevo, te sintiera.

Vuela y te veré avecilla de blanco
Tal vez una cometa robó tus alas
Y en el infinito se inventan versos
Para engalanar el alma
Dejando de paso un consuelo.

Vibra como ahora
¿Eres mariposa en mi alcoba?
Te has quedado en mi puerta,
Lindos colores que la noche muestra
Para brillar cuanto más oscuro el tiempo.

Cércame tan solo dulce sueño mío
Un abrazo leal de tu mirada siento
Sin pervertir jamás del corazón el sentimiento
Cuando eres el aura de mis mañanas
Y del ocaso, éste dulce contento.

Quédate en mí, como gorrión en su nido
Cabeza de plata, ojos de grama tierna
Regazo tibio que te fuiste de mañana
Dejando pálidos recuerdos con tu olor
Mañanitas grises, solitarias sin ti.

Abrázame ahora que cierro los ojos
Estrellitas de colores alardean y cantan
Parecen corazones asustados de aves prisioneras
Pero me abres la jaula madre mía
Y con tu silencio, me consuelas.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 6/14

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