sábado, 22 de noviembre de 2014

DE UN SUEÑO


DE UN SUEÑO

Hola mi amor,
El cielo está gris sin tu presencia,
Pero acepto tu adiós en silencio
Esto me pasa por enamorarme de un sueño
Me sucede por creer que todo es posible
Pero me estrellé con la estrella pasajera
Que vivía en tu mirada,
Y en un segundo se fue
Quedando mi mundo oscuro y sin fe.

Entonces, como por aquello del seguir viviendo
Atrapo el anhelo de vivir, de disfrutar el instante
Aunque la melancolía recurra y el lago profundo
Decida crear versitos pálidos en mis ojos,
Que se escurren sin timidez  por las montañas,
Por todos los senderos que ha marcado el tiempo
Quedando un leve temblor en los labios
Que se acomodan a éste sentimiento
Haciendo pucheros cual niña,
Solitaria  tan solo,
Llenando las manecillas de ausencias y vacíos.

Pero sigue lloviendo en mi lago,
Se limpia el sucio de otros días
El vencejo anidó en la misma cueva
Hay soledad ahí, montañas intocables te esperaban;
El nido sin espesura ansiando tu mágica entrada
Y ese nudo que aprieta y ajusta todo a mí alrededor
Como si la prisión más leve fuera mi cárcel
Y la libertad tuviera sus alas quebradas.

Se fue, mi amor se alejó de mi ventana
¿Quién trinará ahora?
Desnudo la piel y la música renueva el aire
Pinto mis labios de carmín, y me veo en el espejo del  lago
Mucha luz y cantares a un despertar propicio,
Que se vayan  las grises nubes, que se alejen
Que retorne la lluvia al pantanal
Una flor de loto ansía tu regreso
Abre sus alas pálidas, extiende los brazos
Curvas y curvas al son del viento
Una lluvia de luceros hace estación en mi piel
Y te pienso, a pesar de todo,
Te extraño aunque tus ojos no sean míos
Ni mío sea tu andar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/14 

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