jueves, 16 de octubre de 2014

MIENTRAS

MIENTRAS
Si amigos, mientras unos doblamos las rodillas para agradecer por un día más, otros que se creen invencibles, pierden el tiempo inventando venenos para matar.
Y arriba de la montaña, felices los vi, más luego, cuando reventaron sonidos y el ave asustada se alejó, también los vi bajar, aprisa, huían de los mismos hermanos demonios, robaban hasta sus harapos, ¡mi cerdito!, ¡préndase de María mija!, vayámonos lejos de nuestro divino hogar, porque llegan los buitres hambrientos, y sin nada, nos dejarán.
Mientras muchos lanzan el alimento a la basura, he visto a otros hurgar en ella, no sólo niños, no, también he visto ancianos, jóvenes sin estrella porque el destino los estrelló contra ella.
He caminado poco, pero visto mucho, hay gente que ve muy bien, pero no mira, hay personas que tienen buen oído, pero no escuchan, sólo pasan por la vida como los zancudos, brindando con el púrpura ajeno, y dejando tan solo una herida.
Escucho cantores, flautistas, gente con mucha sabiduría, pasan con sus botes de basura al hombro, pero llevan en el rostro una sonrisa y en el corazón un arpa.
En cambio, muchos lo tienen todo para ser felices, les dan más de lo que merecen, y no piensan que mañana tal vez jamás llegue, que tenemos éste ahora para amar, sino, saldremos como perdedores aunque parezcamos reyes, y ellos, los que siempre vimos como tontos, pobres idiotas sin destino, serán los poetas con historia, lo se, siempre lo presentí, quien bendice una flor o una hoja seca, es digno de vestir galas de rey, como el sol de cada mañana y el cielo, de cada atardecer.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 16/14

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