miércoles, 10 de septiembre de 2014

ASEGURO

ASEGURO

Puedo asegurar que estuve ahí, 
cuando  la mariposa abría sus alas y veía el sol 
tan adivinado en miles de oraciones, 
pero un "algo", me invitó a dormir unos segundos, 
sin balbuceos, sin iras, 
con el rostro de ángel cual mármol 
en medio de un cultivo de amapolas, 
se fue... 

Marchó mi linda mariposa, 
quedando en mí una extraña inquietud del -por qué?... 
esa pregunta que no permitió que cerrara sus verdes ojos,
esa sorpresa que me hizo apretar  los labios y correr
llorar a gritos, ahogada en mi propia tristeza.

Aseguro que así no más sucedió
y el perfume que le había entregado
ya no era suyo, pero lo esparcí por su piel,
enredé mis dedos en su blanca cabellera...

Pasé mi boca sobre su piel fría como un mármol
y en sus manos, todavía..un poco de tibieza hallé
al apretarlas con las mías y enredar un crucifijo
y el pedido de su rosario en medio de blanco corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 10/14 

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