Imagen: Internet
Gabo era un viejo muy buena gente, ¡ajajaja!, y su carcajada se expande por mi casa como una bomba llena de felicidad.
-Le gustaba hablar a calzón quitao, decía hifueputa cuando lo tenía que decir, y marica cuando se le daba la gana.
Una vez me dijo que a sus putas tristes se las querían envainar porque él dijo así, y entonces quiso que el título de su libro llevara "PUTAS", en gigante, porque ésta puta vida merecía ser nombrada como era, que ella nunca había leído ese libro, ni el que le regaló tampoco, pero que su felicidad era ver que un gran escritor le había prestado un sueño y que lo guardaría como un tesoro.
Le dije que se lo cambiaba por 10 libros buenos que tengo ahí y me dice:
¡¡jajajaja!! ¡doña Raquel, sea seria!, ¿me cree huevona?, me dijeron que por éste libro me pueden dar mucho, mucho dinero, pero no necesito el dinero de nadie, sino el libro con su firma, ¿qué haría con dinero si no tengo la firma de Gabo?...
Esta vieja sí que es ladina...mmmmm.... creo que me enojaré en serio...
-Bueno está bien, entonces le doy un televisor buchón que tengo ahí, y le encimo el que me regaló Juanka...
-¡jajajajajaja! -repite la viejita mañosa-
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 25/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario