SERÍA SUFICIENTE
Una mano extendida para dar
y otra para acariciar.
Sería suficiente perdonar
y continuar hacia un camino más claro,
que vivir detrás de la hoguera
con una bandeja de oro,
avivando el fuego.
Tan solo bastaría
estar en el lugar del oprimido
para saber lo que se siente...
El odio desata tormentas de vehemencia,
la música transforma el dolor en alegría,
por eso las aves se entretienen en ello
y nos transmiten su mensaje.
¿Estamos ciegos?
¿Estamos sordos?
¿Estamos mudos?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 25/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario