YO, FLOR DE LOTO
Desde mi lago gris, quiero hablar contigo
yo, flor de loto, amiga o amante,
¿qué haces amor mío?,
continúa la necedad del amor
siguen llegando las mariposas,
un poco cerca los colibríes,
y esos rayos mágicos que me regala el sol.
Si vieras... en mi lago oscuro hay arco iris repetidos
cada gota de rocío los mueve, los acerca, los aleja...
Un punto en el universo soy ahora
¿qué tan lejos estás de mí?
si pudiera tocar al menos tus manos,
si atrapar un sueño tuyo junto a los míos,
pero todo es silencio y a la vez ruido,
ir y venir con vagos sentimientos
que no comprendo qué son,
pero me acercan a ese castillo tuyo
donde flores violeta y rosa esperan un ave,
o una pareja de enamorados bajo su abrigo.
Ayer cerré mis pétalos esperándote
del rosa al violeta, casi un ahogo, casi la muerte
pero al retornar entre la brisa la vida,
te atrapé, aunque no lo soñaras.
Los cisnes se acercan, más no hieren
sólo un roce de sus alas blancas y retornan
a buscar en el horizonte, a ese amor que los espera
entre hojas verdes y amarillas que abundan en la rivera.
Tanto por decirte hoy, tanto por contar
languidece la vida de a poco, ¿sabes cuántos años tengo?
los mismos de ayer, más un día, ¿acaso importan?
soy tan joven como la montaña, y tan vieja como una rosa,
pero te quiero, en este ahora en que te escribo
que será un ayer, en un segundo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 30/14
Un beso me ha donado la mariposa azul, y el corazón se movió dentro de mí, como las gotas de lluvia en mi lago.
yo, flor de loto, amiga o amante,
¿qué haces amor mío?,
continúa la necedad del amor
siguen llegando las mariposas,
un poco cerca los colibríes,
y esos rayos mágicos que me regala el sol.
Si vieras... en mi lago oscuro hay arco iris repetidos
cada gota de rocío los mueve, los acerca, los aleja...
Un punto en el universo soy ahora
¿qué tan lejos estás de mí?
si pudiera tocar al menos tus manos,
si atrapar un sueño tuyo junto a los míos,
pero todo es silencio y a la vez ruido,
ir y venir con vagos sentimientos
que no comprendo qué son,
pero me acercan a ese castillo tuyo
donde flores violeta y rosa esperan un ave,
o una pareja de enamorados bajo su abrigo.
Ayer cerré mis pétalos esperándote
del rosa al violeta, casi un ahogo, casi la muerte
pero al retornar entre la brisa la vida,
te atrapé, aunque no lo soñaras.
Los cisnes se acercan, más no hieren
sólo un roce de sus alas blancas y retornan
a buscar en el horizonte, a ese amor que los espera
entre hojas verdes y amarillas que abundan en la rivera.
Tanto por decirte hoy, tanto por contar
languidece la vida de a poco, ¿sabes cuántos años tengo?
los mismos de ayer, más un día, ¿acaso importan?
soy tan joven como la montaña, y tan vieja como una rosa,
pero te quiero, en este ahora en que te escribo
que será un ayer, en un segundo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 30/14
Un beso me ha donado la mariposa azul, y el corazón se movió dentro de mí, como las gotas de lluvia en mi lago.
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