sábado, 10 de mayo de 2014

A MI POTRILLO

A MI POTRILLO

29 de abril de 2014 a la(s) 7:55
Hola mi amado potrillo: te recuerdo hoy,
¿Podrías decir, cuál será esa razón,
para que siempre estés en mis ojos?

¿Para qué corres tanto?, ¡espera!… dame un abrazo fuerte,
que sienta ese calor tuyo en mi corazón, y escuches cómo palpita
tan   sonido de una pequeña cascada encendida, que sube y baja
regalando a mi rostro el color de una rosa vieja, tan  cascabel de niño
cantar de mariposa que nadie escucha,
porque su sonido es para  las flores.

Vasta es la llanura, te veo correr apresurado,
¿por qué no frenas un segundo?,
regálame un abrazo ahora,
cuando tropiezan tus ojos con los míos
y hubo un mañana, ¡mira qué lindo es todo hoy!
este ahora será ayer en un segundo,
y mañana, siempre será un ayer prestado,
pero ya mi amor, has una estación en mis manos
escuchemos como corre la brisa,
y una orquesta  dirige nuestro cuerpo frágil,
y te contaré una pequeña historia:

Había una vez un ángel que entre las rocas fuertes
había otra vez una dama que entre las orquídeas frescas;
hubo un rosal, un ave que bendijo el día,
un gorrión fue lucero, y fue luna y sol
pero otro día, que no fue mañana ni ayer
un suspiro se lo llevó a cantar entre las nubes,
¿si ves cómo se mueven? ¿quién las moverá?

Entonces, esa voz con alas invisibles besó mi rostro
vi como las hojas danzaban, y los árboles murmuraban entre sí
las olas iniciaron a correr, como si el alma de la brisa las empujara
y me quedé aquí, viendo a tus negros ojos.

¿Ese suspiro que llega ahora, tan helado,
¿será un beso de Dios? –Pregunté un poco preocupada-
pero hubo respuesta: soy yo, el Dios que habita entre la brisa
ese frío es un estado físico, como lo es el calor,
dile que pare de correr, no irá sino hasta donde la brisa quiera.

El potrillo frenó, se movió su cabellera roja
bajó la cola, levantó sus patas delanteras ,
y se dio cuenta que de tanto correr, se había perdido el paisaje,
por ir tan aprisa, olvidó que también le gustaba la poesía
olvidó regalarme ese abrazo que ahora te pido,
y entonces, relinchó fuerte, ¡tan fuerte!,
que el suspiro de ahora, es un beso que nos ha donado
porque tenemos éstos besos del ya,
que nunca volverán a ser mañana,
pero que siempre serán recordados.

¿Viste potrillo?, ahora descansa…
Tienes lindos los ojos… ¿te vas a dejar crecer la cabellera?
Me gusta como te ves ahora, ¿qué es lo que deseas?
-nada madre, sólo quiero música,
con ella, sería feliz y no le haría daño a nadie.

Está bien…-le dije-  me gusta lo que quieres
la música es un regalo del viento
pero has de saber escoger los sonidos,
para que no sean un tormento,
sino un traje de seda que se mueva con dulzura junto a ella
padre y madre del bosque, del universo
en medio de éste raro cuento de la vida,
hálito del principio y fin de todo.

/El potrillo se confundió en un abrazo,
y sus ojos están ahora aquí, pegados de los míos/

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 29/14


Mi amado potrillo sabe ahora que los girasoles agradecen al sol y elevan su rostro, y que en la tarde se doblan para bendecir la noche y el cobijo que viene del cielo.
Imagen:Internet

Mi amado potrillo sabe ahora que los girasoles agradecen al sol y elevan su rostro, y que en la tarde, se doblan para bendecir la noche, y el cobijo que viene del cielo.

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