VIENDO LLOVER
He visto alguna vez llover,
pero ahora,
quisiera beber las perlas de tus ojos,
para imaginar que estoy en el mar,
y que somos tú y yo,
dos pequeños ermitaños
buscando una roca para descansar.
Parecen niñas aceleradas
van y vienen sobre las hojas
en la balda de una flor
algunas se quedan,
para desaparecer como estrellas fugaces
en el pico de un cantor.
Viendo llover te pienso
rayos de sol son la voz de Dios
descansan mansos arroyos cerca de mí,
en los índigos preciosos
que saben a lágrimas tuyas,
alborozadas se convierten en olas
para morir blancas en la playa.
Danzan como coquetas jóvenes
mueve el corazón la frescura de la brisa,
más ver llover es como ver morir,
y al morir renacer entre miles de cantos verdes
en las otrora resecas praderas.
Calicanto dolor y pena,
recobrando al morir las pocas alegrías
y al ver llover, recordar las penas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 19714
Imagen: Internet
pero ahora,
quisiera beber las perlas de tus ojos,
para imaginar que estoy en el mar,
y que somos tú y yo,
dos pequeños ermitaños
buscando una roca para descansar.
Parecen niñas aceleradas
van y vienen sobre las hojas
en la balda de una flor
algunas se quedan,
para desaparecer como estrellas fugaces
en el pico de un cantor.
Viendo llover te pienso
rayos de sol son la voz de Dios
descansan mansos arroyos cerca de mí,
en los índigos preciosos
que saben a lágrimas tuyas,
alborozadas se convierten en olas
para morir blancas en la playa.
Danzan como coquetas jóvenes
mueve el corazón la frescura de la brisa,
más ver llover es como ver morir,
y al morir renacer entre miles de cantos verdes
en las otrora resecas praderas.
Calicanto dolor y pena,
recobrando al morir las pocas alegrías
y al ver llover, recordar las penas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 19714
Imagen: Internet
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