OLVIDANDO L3R
Una leve brisa, tan liviana como el tiempo
tan ardiente, como éste calor que me inunda
al descubrir tu sonrisa ajena,
envuelta en una piel que no es la mía.
Te olvido de a poco, no ha sido fácil...
Dejo que el tiempo cubra de blanco mis cabellos
como un traje que se va conmigo, despacio…
dejando en tu ayer desnudo torso, mis manos.
Acaricio todo y todo me enamora
como del cielo estrellado el brillo de tus ojos.
Amor mío lejano, ausente, apartado de mi cielo azul
¿Estás?... pasa un momento como una estrella fugaz,
deja que te imagine un segundo conmigo.
Pero se aleja todo…
La nave del olvido desaparece bajo la lluvia
mi boca húmeda hambrienta de la tuya
pernocta en éste hoy, vacío y solitario,
abrumada de tanta indolencia y abandono,
cuando eras tú, lo amado entre todo;
lo deseado entre un tumulto de millones,
sin que para nada, apreciaras mi gran amor.
Me desvelo; no puedo dormir hoy tampoco…
Mis dedos tienen la sensación de tocar tu piel
con cada letra que sale de mis locuras viejas,
como una orquídea sobre un inmenso árbol reseco
que se abona de lágrimas de la noche oscura,
de las penumbras, que se mueven en la tarde, como fantasmas
bajo aquéllos parajes solitarios donde tanto amé,
bajo mi falda tus manos,
y mis ojos idos como una golondrina
ansiando nunca despertar,
y volar… siempre volar a tu lado;
pero me robó el destino tu amor.
En otro tiempo de nuevo puede ser…
en otra barca sin timonel;
en otra roca te esperaré,
en otra silla blanca, tal vez…
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 25/13
Imagen:Internet
tan ardiente, como éste calor que me inunda
al descubrir tu sonrisa ajena,
envuelta en una piel que no es la mía.
Te olvido de a poco, no ha sido fácil...
Dejo que el tiempo cubra de blanco mis cabellos
como un traje que se va conmigo, despacio…
dejando en tu ayer desnudo torso, mis manos.
Acaricio todo y todo me enamora
como del cielo estrellado el brillo de tus ojos.
Amor mío lejano, ausente, apartado de mi cielo azul
¿Estás?... pasa un momento como una estrella fugaz,
deja que te imagine un segundo conmigo.
Pero se aleja todo…
La nave del olvido desaparece bajo la lluvia
mi boca húmeda hambrienta de la tuya
pernocta en éste hoy, vacío y solitario,
abrumada de tanta indolencia y abandono,
cuando eras tú, lo amado entre todo;
lo deseado entre un tumulto de millones,
sin que para nada, apreciaras mi gran amor.
Me desvelo; no puedo dormir hoy tampoco…
Mis dedos tienen la sensación de tocar tu piel
con cada letra que sale de mis locuras viejas,
como una orquídea sobre un inmenso árbol reseco
que se abona de lágrimas de la noche oscura,
de las penumbras, que se mueven en la tarde, como fantasmas
bajo aquéllos parajes solitarios donde tanto amé,
bajo mi falda tus manos,
y mis ojos idos como una golondrina
ansiando nunca despertar,
y volar… siempre volar a tu lado;
pero me robó el destino tu amor.
En otro tiempo de nuevo puede ser…
en otra barca sin timonel;
en otra roca te esperaré,
en otra silla blanca, tal vez…
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 25/13
Imagen:Internet
Se quedaron en mi piel tus besos,
como nuestras iniciales,
talladas en un roble.
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