domingo, 16 de marzo de 2014

SI ME PREGUNTARAS/A GANDHI

SI ME PREGUNTARAS/A GANDHI

16 de Marzo de 2014 a la(s) 14:26
¿Quién me enseñó el amor?
Les responderé que fue mi madre…
Ella me dijo que eran tan grandes las praderas
Como el amor al prójimo…
Tan dulces las flores, como las mujeres…

Aprendí a comer  hierba del bosque
¿Saben la razón?
Habiendo tanto verde
¿Para qué buscamos la sangre?...
Sobrando tantos granos y frutos
¿Qué necesidad tengo de herir un ángel?

Tolerancia y respeto hacia todos los seres
¿Qué tanto hemos dado a otros?
¿Qué hemos movido para el alivio de los demás?
Más ella, todo me lo enseñó en la vida
Sin maltrato, sin rabia, sin enojo…

Acepté a todos los dioses, y ellos me aceptaron
No critiqué por el Dios de otros, ni  por la manera de buscarlo
Siempre que fuera lo básico, la iglesia primera de todas
La más genial y única:
Nosotros mismos
Entregados a la misión más importante:
El amor.

 Si me preguntaran qué río utilicé y por cuál crucé
Simplemente les diré, que el río de la conciencia
Me dejé llevar mansamente como una hoja,
Busqué la meta entre rocas desnudas
Que me enseñaron que no necesitaba nada,
Bastaba solamente con el traje de la verdad
Para ser feliz.

Luché al lado de los abatidos y tristes
Mi bandera siempre fue blanca…
Adopté el silencio más que los gritos
Y el triunfo nunca fue buscado…
Sólo atrapé a Dios en medio de Él
Y la razón fue hallada.

Probé del odio contra los hermanos
Lloré muchas veces bajo la falda de una madre triste
Leí el corazón y la mirada de los humildes;
Besé las flores del camposanto y olí de sus perfumes
Para hallar sabiduría en lo más simple,
Un grano de arena que formaba el desierto.

22 años de protestas sin derramar rubíes…
El respeto ganado, sin levantar la mano
Enarbolando con humildad y sapiencia
Un camino  tejido en letras de esperanza
Para todos los humillados y abatidos.

Y la sal fue finalmente  quien le dio sabor a una lucha
Fue aquí donde se decantó el dolor
Todas esas lágrimas derramadas
En una  India abusada, que gritó:
 ¡Libertad!... ¡Libertad!...

Ahora aquí, me doy cuenta que mi sangre valió la pena
No fui yo quien causó heridas y cumplí la meta
Un camino largo y tortuoso, lleno de espinas
Me trajo a sus brazos, tan desnudo,
Como alguna vez, al  amamantar de sus pechos
El tibio manantial de la vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 16/14



En la oración encontró fortaleza y finalmente triunfó la paz,sin levantar una espada...
Internet.Imagen.

En la oración encontró fortaleza 
y finalmente triunfó la paz,
sin levantar una espada...

PARA ANTOLOGÍA RADIO PIANO BAR 

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