martes, 18 de febrero de 2014

OTRO AMANECER 160214

OTRO AMANECER 160214

16 de febrero de 2014 a la(s) 7:58
Me gustaría que tuvieras un refugio en mi corazón, y yo en el tuyo, así, mientras pasa el tiempo y nos consolamos.

No sé si estés tan solo como yo, nunca pienses mal de mí, ni yo pensaré mal de ti, está el espacio en blanco, una línea invisible que lleva al amor, no sé qué clase de amor, un amor simple, sin estrato, solamente dejando que el espíritu sea lo que Dios quiere, sin pretender nada más...

Tal vez deba escribir mis inquietudes. Y no te escribo más, porque no quiero ser intensa, me da pena contigo porque no sé qué piensas realmente. Sólo música, es lo más bello que existe y conversar con el secreto del sol  y su llamado sobre nosotros.

A veces las personas piensan mal de otras, dicen cosas horribles, cuando sólo son seres solitarios, en mundos tan helados que hasta aquí me congelo.

Ahora pienso que estoy aquí, no por mi voluntad, porque realmente a veces lo creemos, sino de alguien más alto, con más conocimiento, nos colocó en un sitio diferente, porque muchas personas necesitan una palabra,  esperan escuchar lo que necesitan para soportar sus penas y continuar.

¿Te ha pasado que alguien te odie sin motivo?, ¿qué te encasillen y ahí te dejen?, ¿Qué digan que eres lo peor y lo publiquen?...  realmente nadie conoce al otro, a veces ni nosotros mismos nos conocemos ni comprendemos, ¿qué podemos esperar de los demás?

Me gusta hablar con gente culta y sencilla, con labriegos que saben qué día se puede cultivar y cuándo empezarán a brotar las semillas,  con ancianos que conocen todos los senderos  y te ayudan para que puedas atravesar los tuyos…

Me gusta la gente que antes de señalar mira su propio  interior, muchas veces mezquino, pero que aprende a escuchar y a mejorar, porque lo más real de todo lo que existe, es la muerte, y a pesar de que lo sabemos no cambiamos, seguimos siendo perversos y soberbios.

Anoche tuve un susto terrible, es difícil que entre a nuestro hogar gente desconocida, no sabemos a qué atenernos, no me gusta que lleguen personas a señalarme, porque tengo una imagen de María en mi sala y pretendan obligarme a creer en lo que ellos consideran la verdad, pues siempre he dicho que la verdad es invisible a nuestra mirada, así como el viento helado del norte se siente, nos quema, nos obliga a temblar, así el del sur, caliente, nos pone a sudar, sabemos que está ahí, pero no podemos siquiera tocarlo, pero si nos faltara, no podríamos vivir y sabemos que ese invisible aliento, es la propia vida.

¿Quién tiene la verdad?, no lo sabemos, pero sí escuchamos a las aves,  y siempre las veo felices, menos a las palomas de mi cuadra que no puedo alimentar porque me  ensucian el balcón, y tengo que ir al parque para que pueda regresar la paz a cualquier parte, mientras aquí, los demonios se insultan y quieren destruir lo poco que me queda, unos demonios que llegan con sus locuras, sin respetar los derechos de otros.

Unos extraños, golpes, insultos, miedo… eso tengo ahora…mucho miedo, pero él también es invisible a  los ojos de otros, y por eso éste Domingo debo voltear mi rostro hacia lo cierto, que está más cerca de mí de lo que nadie puede imaginar pues respiro de su propio aliento que es tuyo y mío.

Tú no estás solo, me tienes a mí, y yo te tengo aquí en el corazón, mientras Él diga, ya… debes correr hacia otra helada ventana, que alguien espera por un abrazo tuyo o una palabra, o puede ser un simple poema.

Tarea para hoy: No juzgar a los demás, porque a veces lo hacemos tan severamente, que olvidamos que las flechas lanzadas a veces se estrellan contra nosotros mismos, pero sí debemos cuidarnos de los que no conocemos… porque a veces puede llegar el dolor sin esperarlo, y lo metemos a nuestra casa confiados…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 16/14

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