sábado, 4 de enero de 2014

MI AMIGA PARCA

MI AMIGA PARCA

¡Qué no se muera nadie!... ¡basta ya!
Que broten centellas como si fueran semillas vivas
Que los aguijones piquen y se inflame la piel
No importa cuánto duela la vida,
No importa cuántas quejas,
¡Pero que nadie muera!

Que se largue la parca con su pezuña negra
Con esa mirada oscura y esas alas brillantes
Que busque en otro lugar donde la carne no huela
Y donde los huesos no languidezcan bajo la tierra.

¡Qué se largue puta vieja... a buscar pesares a otro lado
¿No se le hinchan las piernas? ¿No se le han secado los ojos?
¿No ha mostrado acaso esa sonrisa sin piel, que tanto me asusta?
¿Para qué deseas la vida, si con saber que morimos basta?

Pero ahora... que un cierto olor a hierbabuena
Que un conocido perfume ahonda mi pena
¿A quién te vas a llevar?...

¡Que no sea yo!... ¡Al carajo!...
A los siete mares te vas a navegar
Porque lo que soy yo... me escondo...
Finjo morir cada vez que la recuerde
Y resucito cuando su perfume transite por mi casa
Entre arrullos de palomas y cantos de sinsonte
Viendo mis ojos morir cuando la pienso.

¿Mi carne para qué deseas?
Mira que ni a los buitres la dejarán...
¿De qué te servirá entonces una pequeña paloma?
Canta en vez de llorar, parca amiga...
Dame la mano y vamos a cantar un rato
Tómate un tinto conmigo y tal vez,
Hasta nos animemos a un beso...

¿Pero mi carne?... ¡ni de fundas te la llevas!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 4/14

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