domingo, 26 de enero de 2014

ERES



ERES

Cada día un poema nuevo, con las mismas letras mínimas
Busco en ese diccionario gordo, pero nada me entretiene
Nada me llena más que pensar en tus ojos negros.

El campo verde, se llenó de violetas…
Todo era brisa y arena, sonrisas y besos
Despertaba cada día con tu imagen
Y con ella me dormía…

¿Qué pasó en el camino?
Siempre creí que serías tú
Que estaría vencida en tu regazo
Contando cada peca, hasta envejecer los dos…

Hoy, ahonda de nuevo ese algo
La palidez retorna a mi ventana
Y la pregunta regresa: ¿Te volveré a ver?

Te sentí mi esposo, mi amante
Me quedé en la misma humilde alcoba
Con el mismo abrazo de la última fotografía
Con tus manos pegadas de las mías
Y mis dedos bordeando tu boca
Contando cada línea y cada palabra…

Un pentagrama tras otro eras para mí
Sólo música al oído, sonares tricolores
Ardor y tibieza en toda la piel
Que al tocar la tuya, parecía un piano
Donde las notas se componían en el corazón.

¡Quédate!... te pedía en silencio
Pero nada detuvo tu andar
El mío hoy se detiene un instante
Tengo un poco de miedo te confieso,
Más no es por lo que sigue
Sino, miedo de no verte nunca más.

Estoy sin máscaras, al desnudo…
¿A quién podría mentir ahora?
Eres mi único amor, donde la carne se quema
Eres el único fuego que no me condenaría
Y sería feliz con solo verte
Me quedaría un segundo más en tu mirada
Para atrapar tu alma dentro de la mía
Y robarle al destino ese amor
Que me condenó a no tenerte.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 25/14

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