domingo, 26 de enero de 2014

EN EL BOSQUE


Ahora es el bosquecillo de la parcela, y en ese rincón, a la rivera de algo, 
muchas veces me vi a los ojos con mi madre. 

Bosque Trien-Alemania.Marly Carolina Cepeda Rueda

EN EL BOSQUE

Vi los sauces, o robles, o pinos, ¿acaso importa?
Creí que estaba sola, pero una sombra me seguía
Miles de hojas secas y verdes, de fantásticas formas…


Creí que el mundo dejaría de girar, pero me di cuenta de algo:
Todos estamos solos, a no ser que la naturaleza nos convierta en dos
Como muchas semillas que nacen pares, pero cada mitad es independiente
Cada ser va por el camino de la vida que le toque,
El mundo no se detendrá por mí… ¡nadie lo hará!

Es aquí, acompañada del paisaje en donde me siento feliz.
Pisotear las ramas secas, escuchar el canto de las aves;
Sentir el frío calando los huesos para indicar que estoy viva
Palpitando por cada segundo mágico de existir.

Un descanso sobre un tronco, el árbol amigo del camino
Quien conoce mi corazón y sabe de todos los afanes
Descubre un interior a veces agotado, pero me regala fuerzas
Para seguir andando.

Caminando por ahí, encontré la banca vacía…
Estaba como yo, esperando algo incomprensible,
Lo que ya tenía a mi lado, pero estaba ausente
Por otro camino sin ir de mi mano, pues estaba asido de la suya
Y por otro sendero para no tropezar sus ojos con los míos.

Le pregunté al lago si podría guardar mis lágrimas
Y respondieron todas las voces de grillos y ranas.
Una flor de loto fue agitada por la brisa
Para verla feliz bajar por la corriente…

Estoy presa del pánico, todos se han ido…
¿Estoy sola realmente?... busco la sombra de un olivo,
Cruzo un puente levadizo hasta encontrarte;
¿Será que mes ves?... llevo mucho tiempo admirándote,
Te escucho agitado y cansado… ¿Eres realmente feliz?

Más responde la brisa… ¡sí!…
Cuando sus hojas danzan y caen bajo sus pies
Y él continúa su camino a casa
Mientras yo me quedo aquí…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero25/14

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