jueves, 16 de enero de 2014

EL OJO DE DIOS


Imagen: Internet

El ojo de Dios, mi hermano Pablo sabía tejerlos muy lindos, yo lo descubro cuando no permito dañar mi propio cuerpo, no importa que me escupan insultos al rostro, ¿qué hacen con el regalo vida que Dios les ha dado?, puedo levantar el rostro y decir que nunca he fumado marihuana, ni he probado porquerías, aunque recordándolo bien, si he probado porquerías, cigarros que es algo parecido, un cáncer, ¿sería por ello?, pero tuve el valor de gritar: ¡¡No!!... tráguese usted solo esa porquería si es lo que desea, pero conmigo no cuente, yo valgo mucho más que eso...

Además, quiero estar sobria siempre, disfrutando de cada segundo de vida y salud.


Recuperé mi fuerza, mi Jefe divino me regaló la oportunidad de vivir dos veces, y tal vez muchas más... estoy en la tarea de no quejarme y dejar de llorar, pero también en la misión de ayudar a otros a que no caigan en el error de seguir el juego a los criminales que viven del dolor ajeno, como son los expendedores de drogas, los falsos amigos, las falsas amigas, ojo... observen al cielo, o a cualquier lado... ahí está el invisible viendo lo que hacemos  con el regalo que él con tanto amor nos regaló...

Éste momento basta, para que retomes tu camino, para que inicies a caminar por tu cuenta, y no con los pasos de otros...

Y ojo... yo no desperdicio el agua, reciclo el agua de la lavadora, segundo enjuague, vuelvo a lavar la sucia, el resto para lavar baños, para la calle, hoy sucedió algo que no me gustó, no tolero los abusos, una manguera regando con el agua limpia, tal vez lavando algún carro, no lo sé, pero a poner coto, porque abusar de los demás es fácil, lo importante es decir ¡BASTA!... que no crean que soy una boba porque paso muchas cosas en la vida. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 13/14

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