¿QUÉ BUSCO? [15]
Entre índigos de nuevo
Soy caminante solitaria
Con los pies heridos.
Nuevas llagas a punto de reventar
Entre índigos de nuevo
Soy caminante solitaria
Con los pies heridos.
Nuevas llagas a punto de reventar
Pero sigo mi camino.
Arriba, colgada por un hilo invisible:
¿Es la luna?... creo que parece un sol
Con ese radiante color, cual si fuera oro puro
Que llena todo de esplendor, y le persigo…
¡Qué largo viaje!, no he visto nada…
Siempre estoy quejándome.
Quiero ver bosques y me los entregas
En estas líneas, para que detalle tu obra.
Las aves se prenden de ti…
Se descuelgan de los árboles y te buscan.
Las calandrias cantan a tu paso.
Si marchas… el búho se entretiene,
Detallando el claro de las aguas
Reflejadas de luna y estrellas…
¿Qué busco?... todo es verde claro.
Diviso hojas secas, las detallo,
¡son tan bellas!...
Ellas me cuentan la historia de su árbol
Que las desprende para que sean jóvenes.
Las resucita en hijos parecidos
Y todo esto me conmueve…
Sigo mi camino, ya los pies no duelen…
Parece que ese viejo ardor marchó
Entre las luces de diciembre y un nuevo amor.
Mi barquita de madera… ¡tan dulce y liviana!
Me ha llevado lejos, tan lejos…
Que hasta puedo tocar tus manos de luz
Y alcanzar mi estrella prometida, en tu mirada…
Un alto en el camino y ya es de noche…
A lo lejos, sólo luces son luciérnagas,
Que parecen estallar y gritar amores,
Revientan de pasión y fallecen junto a las flores.
Al levantar la mirada,
Las veo a todas y hasta más, en el cielo,
Como resucitados ojos, llenos de esperanza…
¿Qué busco?
¿Eres esa torre alta?
Mejor continúo, ¡me parece falsa…!
Miro hacia la inmensidad y una casita blanca,
¿Será el nicho de tu amor?...
Huele todo a poema… mi madrigal fresco,
Mi amante, mi corazón que palpita por ti.
Eres violeta teñida entre las nubes,
Flores que caen del más hermoso árbol
Arriba, colgada por un hilo invisible:
¿Es la luna?... creo que parece un sol
Con ese radiante color, cual si fuera oro puro
Que llena todo de esplendor, y le persigo…
¡Qué largo viaje!, no he visto nada…
Siempre estoy quejándome.
Quiero ver bosques y me los entregas
En estas líneas, para que detalle tu obra.
Las aves se prenden de ti…
Se descuelgan de los árboles y te buscan.
Las calandrias cantan a tu paso.
Si marchas… el búho se entretiene,
Detallando el claro de las aguas
Reflejadas de luna y estrellas…
¿Qué busco?... todo es verde claro.
Diviso hojas secas, las detallo,
¡son tan bellas!...
Ellas me cuentan la historia de su árbol
Que las desprende para que sean jóvenes.
Las resucita en hijos parecidos
Y todo esto me conmueve…
Sigo mi camino, ya los pies no duelen…
Parece que ese viejo ardor marchó
Entre las luces de diciembre y un nuevo amor.
Mi barquita de madera… ¡tan dulce y liviana!
Me ha llevado lejos, tan lejos…
Que hasta puedo tocar tus manos de luz
Y alcanzar mi estrella prometida, en tu mirada…
Un alto en el camino y ya es de noche…
A lo lejos, sólo luces son luciérnagas,
Que parecen estallar y gritar amores,
Revientan de pasión y fallecen junto a las flores.
Al levantar la mirada,
Las veo a todas y hasta más, en el cielo,
Como resucitados ojos, llenos de esperanza…
¿Qué busco?
¿Eres esa torre alta?
Mejor continúo, ¡me parece falsa…!
Miro hacia la inmensidad y una casita blanca,
¿Será el nicho de tu amor?...
Huele todo a poema… mi madrigal fresco,
Mi amante, mi corazón que palpita por ti.
Eres violeta teñida entre las nubes,
Flores que caen del más hermoso árbol
Aromando mi pequeño universo.
Pero estoy cansada, queda abierta la mirada
Me recuesto un rato más…
Me doy cuenta que he llegado a la cumbre,
Que estás ahí tan cerca de mis manos
Que hasta te puedo tocar…
Y asomas, mi consentido…
Bajo una roca gris, pareces un manantial,
Para dejar tus amores brotando de entre las nubes
Entre colores de vida escarlata, azules y verdes tímidos.
Pero estoy cansada, queda abierta la mirada
Me recuesto un rato más…
Me doy cuenta que he llegado a la cumbre,
Que estás ahí tan cerca de mis manos
Que hasta te puedo tocar…
Y asomas, mi consentido…
Bajo una roca gris, pareces un manantial,
Para dejar tus amores brotando de entre las nubes
Entre colores de vida escarlata, azules y verdes tímidos.
He pisado tierra santa,
Me quito las sandalias y paro de correr
Me quito las sandalias y paro de correr
Te he visto de frente, me has
tocado,
¿Qué más deseo tener?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13
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