DICIEMBRE
24/13 [26]
Una invitación que empiezo por mí, es comportarnos como verdaderos "seres
humanos", pues la palabra no se ajusta a nuestra actuación diaria.
Pido a Dios un cambio, desde muy adentro de nuestro corazón, tenemos que hacer
algo por el planeta, vamos en picada, las pesadillas anuncian terribles
desastres, vivamos cada día con intensidad, sembremos muchos árboles en vez de
cemento.
Que los gobernantes, quienes tienen esa oportunidad única en sus vidas, la
aprovechen, y no vivan como si fueran eternos... el tiempo pasa factura, y los
inocentes son quienes están pagando por ella.
Mi cantaleta tiene una razón de ser, muchos animales están en vía de extinción,
y no lo sabemos, muchos árboles inmensos y fuertes caen cada día por el peso de
las lluvias y de las sierras, y seguimos impávidos, acomodados sin hacer nada,
indiferentes.
Los
políticos no han servido para mucho, y los ricos compran poltronas de oro, se
acomodan en sus palacios, se olvidan que su oro está dañando nuestros bosques y
acabando con la vida en las montañas.
Cuando la vida se vaya y la naturaleza nos reclame, ni una esmeralda para adornar el árbol
asesinado, para guardar una semilla que no producirá fruto, porque
después de la muerte sólo queda hedor y
pestilencia, ni siquiera serviremos de abono ni alimento, a los hambrientos ángeles
negros.
¡Pobres de mis niños del cielo!, desaparecen también, porque ni la carroña les
dejamos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 24/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario