Con Sarita
HABÍA UN PATIO L3R [151]
También hubo un patio,
el
sol enviaba cariños cada día
las begonias siempre estuvieron llenas de flores
las orquídeas engalanaban las tejas rojas,
y
de ahí se pendían los colibríes...
Hubo un gran árbol de ciruelos en el patio de las vecinas.
Las
viejitas envidiosas que se limpiaban el culo en la pared,
y no pasaba nada, todo tenía brillo
las
pequeñas cosas nos contentaban.
Había una gallina que ponía más huevos que todas...
Pero algún día, German decidió que él también quería empollar.
Hubo buen sancocho, y muchas plumas volaron,
y muchas carcajadas que nos hicieron
llorar.
En el patio nos reuníamos cada día,
cada
mañana, cada atardecer…
Se molía el maíz, se dejaban migajas a los gorriones,
se silbaba con el mirlo y el toche
en
interminables reuniones...
Solíamos reír tanto y con tantas ganas
que nos dolía el estómago.
Nos
acostábamos contentos con el caldo del día
con las carreras y premuras del momento,
los
descansos en cualquier rincón,
abrigados
unos con otros
y entre caídas y despertares de rosarios,
se nos fue la vida...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 1/13
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