jueves, 7 de noviembre de 2013

MI ÁGUILA [110]

MI ÁGUILA [110]

Si pudiera expresar mi amor
de la manera más sencilla,
te miraría a los ojos simplemente,
para que tu iris,
se copie en el cristal de los míos.

Si el sol de nuevo en el dorado ocaso,
y de las estrellas tu aura matutina.

Tanto daría por ser  rosa entre tus manos
para que deshojaras, uno a uno, los pétalos del alma,
y estar ahí, componiendo un verso,
riendo las dos, sin mediar distancias.

Si de la luna, su blanca cabellera,
o de las montañas,
el cantar del aire entre las ramas…

¡Qué no daría!
Si pudiera estar ahora en tu regazo,
en tus mullidas piernas,
en tus cojines abrigados,
y éste frío de la tarde,
calmar entre tus brazos.

¡Más nada puedo!,
Sólo dejar que mis lágrimas insistan,
que del libro olvidado, mis ojos en tus letras,
y de la imagen que va y viene a mi cabeza,
un susurro de amor, oculto en las palmeras.

Tanto quisiera ver el retorno de mi águila preferida,
verle anidar en mi gran árbol otro día
espiando entre las dos,
brotar la primavera…

¿En dónde albergas hoy tu corazón?
Una pluma ha caído de nuevo en mi ventana,
¿acaso no es tu traje de ángel?

Pero muda quedé al verte volar,
cuando mi alar ofrecía un refugio
y mi médula se pegaba de la tuya,
para escuchar  sones en su inmenso tañer,
donde se agigantaba el dolor en la piel
y no paraban los ojos de llover.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 7/13





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