Pablo...
AL
DESPERTAR [109]
Se
coló tu voz por mi ventana
cual
susurro que me hiciera despertar,
y
un rayito de sol que penetraba
es
una mano que sabe acariciar.
Apresó
tu voz la sombría tarde,
ahí
la lluvia pequeños besos me dejó;
una
cortina de humo ante los ojos
develaron,
que eras rocío en una flor.
Cantaron
las aves en el bosque.
¿De
cuál bosque vendría su trinar?
Eran
agudos los dolores en el pecho,
tan
tristes, como tú pausado andar.
Lloraron
los sauces en mi patio.
¿De
qué sauces habla el corazón?
De
los que se plantaron con ardor,
y
derribaron sierras indolentes
al llover con
incansable son.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 7/13
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