LA
GATA MONTÉS [58]
Ante
el canto del zorzal
la
gata montés se oculta,
más
tenebrosas garras
sobre
gajo de azahares
advertida
por mis ojos le desnudan.
Saña
y hambre se juntaron,
y
en su mirada;
cual
extenso valle de doradas siembras,
su
imagen felina danza.
Una
tregua puede ser fortuna,
ya
que al paso de una monarca
ante
preciosas alas, la gata se distrae,
y
el mirlo, sin saber del peligro que le acecha
se
eleva un poco, para trinar más fuerte,
donde
un amor en llamas le invitaba,
a
plantarse a la diestra de sus plumas.
Y
la preciosa gata,
olvidada
en un instante
del
motivo de sus afiladas garras,
pasa a juguetear un poco,
con
un hada de tan mágicos colores
que
la vino a distraer un rato;
por
aquello de la providencia
que
a veces aparece en el camino.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 18/13
MORALEJA:
La fortuna de unos, es desgracia para
otros, pero ni la gata montés ni el zorzal lo adivinaron, pues todo es fortuito
en éste planeta, en donde la vida es un paso de monarca, haciendo estación con
un beso, en cualquier flor, que aparece en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario