DEL
TRIGAL L2R [59]
¿De
dónde vendrán esos cantos,
tan de mañana?
Alguna
vez me abracé a su talle,
escondida
entre sus ramas miré al cielo,
para
descubrir que no era un sueño,
el
azul radiante y el dorado,
serían
el color de mi último otoño.
Ahora,
un gajo se presenta lleno de semillas,
las
abundancias parecen venir
con el amor a mi mesa
todas
las flores hicieron conjuro
para aliviar
las penas
y
reposar un rato
con olor a hierbabuena.
Del
trigal salen los sonidos del alma
alguien
siega y limpia por nosotros;
otros
cargan y ayudan,
para que el sol se empeñe,
para
finalmente volver polvo el grano,
que reposa al rato,
siendo
pan suave sobre la mesa.
Hay
algo mágico en ese lugar al reverdecer,
pero si brotan los granos, ¡gran bendición!
Los
ojos brillan, se contentan los niños y las aves,
y
nacen cantares
que conmueven al corazón.
Del
trigal amor mío,
son los sueños del campo,
arriba
de lo más alto
y lo más profundo de la tierra
el
amor parece una fugitiva estrella
a
quien pido un deseo…
Ahora
estoy tomando café… /tiene color amarillo
se
antoja el hombre de la vanidad,
pero
advierte el sol,
que
lo intocable es lo cierto
pues
temprano se levanta
a
regalar oro a las montañas,
y
en los atardeceres,
nos
confunde al marchar
como
un Dios incansable,
hacia
otro lugar…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 18/13
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