CERCA
DEL PINAR [57]
Mamita
con algunos de sus nietos. Anderson camisa a cuadros.
Un
poco más allá
donde
la temprana luz
con
el vaivén de las hojas
se
entretiene.
Allá
las siempre vivas
son
adorno que no envejece.
Entre
lomas verdes habitan con la coral
que
al callar sofocan la presa
que
puede respirar.
Cerca
del pinar
el
frío viste de blanco las montañas
y
arropa el valle con melancólicos versos.
Se
entretienen las damas con hilos de seda
y
pequeñas espinas en los dedos…
Habitan
aquí las gloriosas historias que se fueron
bajo
rocas talladas que son recuerdo a sus
vidas
en
tanto, crucifijos vigilan desde lo alto,
que
nadie destruya el paso de un águila
y
su herencia se mantenga.
Por
aquí pasaron todos…
¿Pasaremos
nosotros?
No
quiero cenizas al viento ni en el mar;
que
vuelva a la tierra mi semilla,
y
que no haya flores de plástico en mi portal,
sino
que la hierba crezca para que bajen los canarios
y
trinen siempre, si me han de visitar.
Más
allá del pinar me esperarás…
¿O
será que regresas entre un globo tibio?
A
punto de reventar está el sol,
los
ojos se iluminan una vez más
si
al verte ya no eres un niño,
sino
que entre sedas rosadas,
lloras
fuerte y regresas
aferrado
de nuevo
a
unos pechos de mujer.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 18/13
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