DÍMELO
AHORA [39]
¿Para
qué esperar a mañana?
Dime
que soy importante para ti,
que
puedo ser parte del algo maravilloso
en
donde mis manos se dignifiquen en tu pecho,
y mis ojos te inspiren al menos un beso.
Dime
que me extrañas, de vez en cuando,
¿no
te has dado cuenta de mis tristezas?
¿Acaso
alguna vez
has
pasado tu mano por mi rostro?
Tómate
un segundo para verme…
Mis
días son largos, me siento agotada.
Las
pequeñas cosas me molestan
y
temo abrir la boca muchas veces…
Una
espada hiriente de palabras escucho,
todas
las bocas parecen de fuego
más
sólo deseo, el fuego de la tuya.
Quiero
volar dando giros en tus brazos,
desnudarme
una y mil veces,
despistar
mi vida entre la tuya,
bordar
tejidos en el viento y enredarlos
donde
seamos uno, pero felices.
Hay
un sol que siempre espera por nosotros,
una
playa desnuda con sus blancas arenas.
De
vez en cuando,
recuerda
que también nos gusta salir
invítame,
vamos con nuestros hijos…
Tal
vez mañana no llegue nunca
y
ellos recordarán al menos,
que
hubo una invitación…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 21/13
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