domingo, 24 de noviembre de 2013

CUANDO UNA FLOR [38]

CUANDO UNA FLOR [38]

No descuides a tu flor del campo,
tiemblan sus pechos todavía
con olor a fresco talco.

Las alegrías de la niña
se han pintado de púrpura.
No descuides a tu flor,
que vendrá una hiena
disfrazada de paloma.

Ya en la tarde,
habrá sido pisoteada.
¿Alguien escuchó sus gritos?
Tantas veces te llamé,
¿en dónde estabas?

Ardía mi piel, quería vomitar,
pero al ver que no llegabas
no pude ni siquiera llorar.

Ahora… ¿mi ahora contigo?
Quedé pendiente de un abrazo,
ese te quiero de tantos días
dormida en tu regazo.

¡Cómo tallan las espinas el recuerdo!
No hay silencios ni gritos ahogados,
una barca enorme me conduce
por los más hermosos lagos…

No descuides a tu flor del campo,
¡por favor!… no la descuides…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 23/13


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