CAPULLO
DE ROSA/Madre Teresa [13]
Cuánto
dolor y poco acierto,
mi
lindo capullo, qué divinos ojos te dieron.
Tanto
amor dejaste en el mundo,
hizo
nido en el estómago el dolor
y el
desaliento se quedó siendo fecundo
en
oscuros rincones,
cobijo
del hedor y la miseria
y
todos pasaban, sin extender la mano
a
tanto niño moribundo…
Nadie
ha opacado de tu amor la belleza,
y
en un jardín de lágrimas y gemidos:
pequeña
flor, capullo de rosa,
tu
perfume se ha extendido.
Lastiman tus manos
los
espinosos tallos de la vida,
y
con sendas heridas que nunca sanaron,
calmas
el dolor al juntarlas en oración
por
tantos, que sin consuelo pasan
sin
ser vistos en ninguna ocasión.
Capullo
de rosa, flor sencilla:
al
abrir de tus pétalos a la vida
una
señal, un suspiro, una mirada.
Cual
torva noche oscura
el
cielo descubre las estrellas,
los
ojos se iluminaron al verte
al
presentir de tu bondad alivio.
Y
en un rincón del tiempo
con
el rosal que cada día crece
ante
tu herencia silenciosa,
que
siendo capullo de rosa
dulce y fresca permanece,
aparece
el sol con tu recuerdo
para ofrendar a quien vive
aunque
haya muerto,
una
palabra, un verso,
entre
hilos de oro y plata,
pequeña
flor en el desierto.
Raquel
Rueda Bohórquez
Colombia,
noviembre 24/13
Participación 1000 poemas a Sor Teresa de Calcuta. Alfred Asís, enviado 29 nov./13
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