jueves, 28 de noviembre de 2013

AL VIENTO [23]

 AL VIENTO [23]

La grandeza del hombre,
es lo mismo que la de una rama seca;
una chispa la enciende,
y un suspiro le apaga.

Se dicen a veces tantas cosas para creernos grandes,
pero el hombre pedante,
es como las flores gigantes,
sólo apestan,
pero a pesar de lo mismo,
las moscas quedan atrapadas de su encanto.

¿Tan grande eres?
Es mejor hacernos pequeños que arrogantes
porque la flecha que disparamos,
muchas veces termina hiriéndonos.

Te regalo una flor del campo
tan sencilla y poco admirada,
pero tan sutil y deseada;
sólo ciertos colibríes llegan a ella
quedándose los mejores.

Para una lengua afilada,
la mía se vuelve espada…
Por eso,
tengo una vaina para guardarla,
una pared en blanco,
y una copa de champaña.

¡Salud!


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 28/13



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