Publicado
por Raquel en 10:27
VOLANDO
[77]
La
gaviota blanca voló, la vi...
Sentí
cuando abrió sus alas,
la
vi cruzar por el cielo azul
y
parecía cantar.
Era
una flauta
feliz
con el viento.
La
niña de traje níveo cual espuma
confundida
estaba con las olas,
correteaba
con ellas, detrás de un sueño,
y
el sueño estaba más allá,
en
la estrella más lejana...
La
mariposa dijo que se volvería azul;
un
suspiro final la mezcló con el mar,
la
sal de sus ojos ya no existe,
una
sonrisa escucho,
una
carcajada presiento...
¡Mírenla!...
nada te asombre hoy...
Sentí
el olor de mi madre hace un momento,
tal
vez se han encontrado, y bailan,
se
entretienen con gajos de flores
que
se enredan en sus cabellos...
¡Atrápala!...
allá va...
Tiene
alas de cóndor ahora,
se
oculta sobre un verde ramaje
y
pretende anidar donde habitan las perlas,
ahí
sólo hay sonidos de bosque
el
dolor se esfuma,
la
tristeza se va...
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 9/13
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