Sarita y Marly QEPD 23 octubre/13
PARA
SARITA [37]
Sarita
era una muñeca de peluche,
no
acobardaba su pequeña figura el león
ni
el arrogante detenía la fiereza de sus ojos,
si
entre oscuridades divisaba algún ratón.
A
nadie niego, ¡era una hermosura!
No
se atascan las palabras ante su gran amor,
ni
siquiera temo, tu cruel censura de a ratos,
que
prevenida me mantiene con ese agrio sabor.
Es
la gloria lo que espera a los humildes,
a
ratos la soberbia nos vuelve ciegos,
parecemos
murallas insalvables
pero
ante el dolor se dobla el cuello,
y
ante el amor,
nos
volvemos dóciles amantes.
Pero
ella, era por doquier amada,
sabían
sus ojos de la miel guardada,
sus
ladridos insistentes eran sus pocas palabras,
y
al transmutar de sus gemidos, débiles angustias,
se
fue corriendo mi pequeña, sin la mirada ciega,
de
quien tantas veces,
a
sus pies musitaba una plegaria.
Y
ausente en sus poemas, su dolor gritaba,
sin
percatarse que era la muerte traicionera
quien
llegaba por su prenda amada.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 25/13
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